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Por Julián Rivas
 
La reciente decisión mayoritaria de las naciones de América Latina y el Caribe que anuló la exclusión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA), es un hecho de una trascendencia histórica de primer orden para abordar problemas que llevan más de dos siglos sin solución, cuando menos. Todo sin Estados Unidos.
Hablamos de los dos siglos recientes porque entramos en la fase bicentenaria de la independencia de los países que una vez fueron colonias españolas. Porque parece que solamente España se retiró de América. En el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas todavía está pendiente el caso de Puerto Rico, colonizado por estados Unidos, o Las Malvinas y otras islas del Caribe, colonizadas por Gran Bretaña. Francia mantiene colonias en el Caribe y la antigua Cayena. Hay diversidad de criterios sobre estos espinosos asuntos, si vemos que recientemente Brasil suscribió un acuerdo de cooperación militar con Francia, precisamente en Cayena.
Por fortuna, el mundo latinoamericano se conforma y toma conciencia. Hay sus desniveles. Todavía Estados Unidos mantiene un enclave en Guantánamo. Incluso presiona a Brasil para que no venda armas a Venezuela, y el gran vecino acepta tales presiones. Pero Estados Unidos sí promueve que Brasil venda aviones a Colombia, y el vecino se las vende a Colombia. El debate debe seguir.
ANTICOMUNISTAS NOTABLES
Lo curioso de esta semana fueron las reacciones perrorabiosas ante el pronunciamiento en la OEA que rompe un  largo y triste episodio de bloqueo a Cuba. Vimos por Televen a una señora de nombre Beatriz de Majo señalando que “ganó Estados Unidos”. Los argumentos de la señora son majaderías, pero lo vimos por Televen.
En el mundo editorial de “El Nuevo País” o “Zeta”, la derrota gringa ha generado estupor entre los editores y Rafael Simón Jiménez Meleán, un sujeto Sánchez García, la viejita Jurate Rosales, entre otros. Es decir la ultraderecha de nueva y vieja raigambre. Como en Barinas dicen que Rafael Simón es pariente de Rafael Caldera por vía de los Meleán de Acarigua, son más que comprensibles los lamentos anticomunistas de Rafael Simón.
Sorprendente el asunto. En la Venezuela de este siglo 21 la ultraderecha dice que murió el comunismo pero a la vez es profundamente anticomunista. Hace unos treinta años, en el programa de Valeriano Humpiérrez le preguntaron a Gustavo Machado, jefe histórico del Partido Comunista, sobre quién era el más anticomunista de Venezuela. Gustavo Machado respondió que Germán Borregales.
Ahorita cuesta decir quién es el más anticomunista, pero probablemente está en “El Nuevo País” o en “Zeta”. Por lo demás, el caso conmueve porque el editor de esos medios, Rafael Poleo, dice en privado que en esta Quinta República a él le ha ido como nunca en su vida, en términos económicos.
Ay Dios, pero quisiera ver por un huequito a la viejita Jurate. Como sufrirá la derrota gringa. Con su vocecita infantil, sus faldones floreados, unos lentes culo e´botella y una sonrisita de aire afable, Jurate esconde por dentro un monstruo perrorabioso al estilo de los monstruos nórdicos que abundan en la mitologías de su natal Lituania.
Curiosamente el Dios de Jurate es Estados Unidos. Es más, a ella le encanta vender una aureola de misterio sobre su vida en el Norte, explicando siempre que el apellido es de casada, caminando como un jefe de tropa. El comunismo europeo quiso reducirla, pero ella se levantó impertérrita y contribuyó a la caída del muro de Berlín.
¡Carajo!, con qué riñones los venezolanos vamos a estar buscando socialismo ni que ocho cuartos, con Jurate y los Poleo, esas añejas ideas se volverán polvos del camino. Una tríada perrorabiosa: Rafael Poleo, Patricia Poleo y Jurate. Padre, hija y espíritu santo. ¿Señores de la OEA, qué pasó con su reunión?, diría Carlos Puebla en su canto.
 Jurate, de verdad, es un personaje de novela. Supuestamente ella fue de la resistencia antinazi, combatiente que salvó judíos en Francia, que estuvo en Estados Unidos en un mundo académico superior, o que escribió un libro sobre los godos, que se vende por ahí. Lleva en el alma el anticomunismo, y esa es su impronta. Sí, se parece a esos personajes de los cuentos de Bernard Malamud, trashumantes, pero adobados por el sol del Caribe, y con una pizca de ideas de Germán Borregales, Rómulo Betancourt y Rafael Poleo.
 
Inolvidable la redacción de “El Nuevo País”, en los tiempos en que estuvimos ahí, años 91 al 94. Cuando ella pasaba por la sala siempre surgían comentarios entre el grupo de periodistas.
-Llegó el anticomunismo…
Hubo otro que afirmaba que Nelson Ned se quedó pendejo cuando dijo que Miami era la capital mundial del anticomunismo, en un programa de Sábado Sensacional con Amador Bendayán. Con “Zeta” y Jurate era más que suficiente.
-Esa viejita debe ser de la CIA, caballo.
-Compa, usted como que está tirando la bola por la zona de strike.
Con los años que han pasado y vemos que Jurate todavía la tiene agarrada con Cuba, con los revolucionarios colombianos, qué se yo. No cambia.
Epa, párate. Rodolfo José Cárdenas quiere entrar en la “competencia”. Sí, el yerno del viejo Miquilena, el mismo que se fue corriendo para España para no explicar, y menos pagar, un caso de corrupción. “Hoy meterse a comunista es ser un atrofiado histórico”, dice Cárdenas. Vea la página 15 de “ENPaís” de este lunes 1 de junio de 2009. Lo primero que notará es que físicamente no hay nada más atrofiado que Rodolfo José Cárdenas. Parece un aborto en un frasco de alcohol. Dejemos a esta gente perrorabiosa....

UNA NUEVA ORGANIZACIÓN REGIONAL
Hay que seguir el camino latinoamericano. Algo nuevo vendrá en el firmamento. Posiblemente la OEA tome nuevos rumbos, o será desplazada.
Ahí está el ejemplo de la ASEAN, la Asociación de Países del Sudeste Asiático. La integran Indonesia, Malasia, Brunei, Singapur, Tailandia, Myanmar, Vietnam, Laos, Filipinas y Camboya, mientras que Timor Leste está en proceso de incorporación.
La Asean es regional y cuando se reúne con China, es la Asean más China. Si lo hace con Japón, es la Asean más Japón. Igual carácter pasa con Corea del Sur, Australia o Nueva Zelanda. En la Asean hay países socialistas, repúblicas liberales, monarquías, regímenes militares, países centralistas o federales. Países incluso con viejos problemas limítrofes, reclamos marítimos e intereses diferentes en materia religiosa. La afinidad o choque con potencias externas es variada, pero los países miembros de la ASEAN se entienden en lo que crean posible avanzar dentro de la comunidad regional.
Algo de esto puede ocurrir con América Latina y el Caribe, sin Estados Unidos y Canadá. Por lo demás, estos países del Norte de América son miembros de la OTAN, tratado militar con Europa del cual no somos parte los latinoamericanos y caribeños. Así que muy bien puede avanzar una alianza regional que logre lo que no se pudo en la OEA.
Neocoloniales, a llorar pal valle!