Por Richard Casanova (*)
A pesar de que el propio Presidente había señalado enfáticamente que la reelección era solo para él, los números en las encuestas le obligaron a un giro. Ahora, como quien busca un cómplice para hacer una fechoría, el Presidente intenta involucrar en la enmienda reelecionista a gobernadores y alcaldes, quienes repentinamente se convierten en muletas del héroe del Museo Militar. Esta es una jugada que pone claramente en evidencia la debilidad de la propuesta y el agotamiento del liderazgo de Hugo Chávez, otrora todopoderoso portavión electoral. La iniciativa puede que ayude al Presidente en su propósito de perpetuarse, pero eso está por verse.
El teniente coronel no termina de entender que la reelección indefinida es contraria a la cultura política de los venezolanos, el país no quiere un Presidente vitalicio pero tampoco un gobernador eterno o un alcalde perpetuo. Sencillamente prefiere que puedan renovarse los liderazgos y participar en un proceso de cambio permanente. Así las cosas, la reelección indefinida estaría en abierta contradicción con la llamada "democracia participativa y protagónica", razón por la cual la enmienda huele mal, incluso al "chavismo".
Que ahora los gobernadores y alcaldes "se van a mover", no es una hipótesis confiable. Mas allá de la dudosa conveniencia de esta propuesta para ellos, hay que decir dos cosas: 1) Siempre han tenido que activarse para que el Comandante en Jefe no les monte la bota en el pescuezo al ver los resultados. 2) El problema no es que se muevan, sino que tengan de donde sacar los votos, a quien movilizar y esta enmienda carece de respaldo popular. El Presidente tampoco ha entendido que muchos de sus gobernadores aspiran llegar algún día a la Presidencia y casi todos los alcaldes piensan ser gobernadores de sus estados, pero la reelección indefinida les cierra los caminos, les niega esa posibilidad y realmente sólo beneficia a Hugo Chávez.
En la cúspide del liderazgo oficialista está -sin dudas- el presidente Chávez, por lo que involucrar a los gobernadores y alcaldes, no suma nuevos apoyos a la enmienda. En una encuesta reciente y muy confiable, se aprecia que la reelección de gobernadores y alcaldes tiene menos apoyo aun que la reelección presidencial. O sea, malas noticias, Sr. Presidente: esta jugada no le aporta ni un voto más. Lo que si ha entrado ahora en juego es el rechazo de algunos mandatarios locales y regionales, algo que antes no tenía incidencia. Por ejemplo, pese a los resultados recientes, el rechazo de Tarek en Anzoátegui, de William Lara en Guarico o de la familia presidencial en Barinas es una realidad inocultable que se convertirá en un pesado fardo. Soterradamente pudieran agudizarse las luchas internas dentro del PSUV y el "chavismo sin Chávez" encontrar un nueva oportunidad. Cuidado si el tiro no le sale por la culata.
(*) Vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela
Dirigente nacional del Movimiento al Socialismo (MAS)