El Boeing 737 de la aerolínea Bhoja Air se estrelló ayer en la tarde cerca de Islamabad, con 131 personas a bordo en su primer vuelo que realizaba en la ruta desde Karachi a la capital paquistaní.

Voceros del equipo de rescate de víctimas estimaron que no hay sobrevivientes del accidente y agregaron que en el lugar donde trabajan hay cadáveres por todas partes.

En el último de los hechos, al menos cuatro civiles murieron y 11 resultaron heridos cuando un atacante suicida lanzó la motocicleta que conducía contra un coche de la policía en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur de Pakistán.

Las víctimas viajaban en una furgoneta que se dirigía al pueblo de Jamrud, situado en el área tribal de Khyber, fronteriza con Afganistán.

Tras cumplir la pena de prisión, las tres mujeres serán expulsadas junto con sus hijos menores de edad a sus países de origen, dijo en la capital paquistaní el juez encargado del caso, Shahrukh Arjumand.

'La ciudad está bajo control de las fuerzas de seguridad', aseguró el portavoz policial Qasmi Ahmed, citado por Europa Press, admitiendo que las calles de la mayor urbe del país están casi desiertas.

Una coalición de grupos de ayuda de Estados Unidos escribieron una carta dirigida al jefe de la CIA David Petraeus en la que afirman que el programa encubierto ha proyectado dudas sobre las intenciones e integridad de todos los grupos de ayuda humanitaria en Pakistán y socavado los esfuerzos de la comunidad internacional de asistencia humanitaria para erradicar la polio.