No somos socios de la zona euro, expresó el jefe de Estado, al considerar que para muchos países, la moneda comunitaria constituye una camisa de fuerza pues complica la situación de las respectivas economías de la Eurozona. Asimismo, el mandatario reiteró su rechazo al pacto fiscal europeo, ya que a su juicio pasaría a Bruselas el control sobre el presupuesto checo. Nuestra deuda es mucho menor que la deuda promedio de la Unión Europea, por lo tanto no es correcto que nos digan cómo poner nuestras finanzas públicas en orden, dijo Klaus.