* Un individuo como Chávez no se sacia con el silencio, ni con la autocensura de los medios. Requiere de una complicidad más proactiva. Necesita un masaje constante para su abultado ego y que le rindan culto a su enfermiza personalidad
Por Santiago Alcalá
La virtual clausura por parte del gobierno gamberro de los últimos resquicios de libertad envuelve un emplazamiento.
Se trata de una arremetida en bloque, contra los valores libertarios elementales, de allí que además de los métodos tradicionales a disposición de toda oposición democrática, se plantea la necesidad de innovar con otros mecanismos que por imaginativos, no por ello tengan que ser menos cívicos, pacíficos, pero por sobre todo, legítimos.
En lo que se refiere a las mencionadas arremetidas, la enumeración es larga, pero conviene recordarla para no obviar la dimensión del drama.
En primer término, está la recién aprobada reforma electoral. El principio de representación proporcional, no es de las minorías, como de manera desacertada o maliciosa lo denominan algunos. La proporcionalidad aplica a las minorías como a las mayorías, porque de lo que se trata es de preservar una regla de oro para la convivencia pacífica. Nos referimos a la que establece que los cuerpos deliberantes deben reflejar, con la menor distorsión posible, las preferencias de la población. Los diferentes ejercicios matemáticos realizados con vista a la nueva ley arrojan los siguientes cálculos: aquella fuerza con el 51% de los votos, copará el 85% de los cuerpos deliberantes. Si la diferencia es más holgada la distorsión será todavía mayor -60% de votos se traducirá en 95% de los parlamentarios. Algo que reduciría a niveles de nula o ninguna representación a casi la mitad de la población. Si esto no es una incitación a las salidas violentas que venga alguien y nos lo cuente. Lo anotábamos al comienzo. Las trapacerías son en cambote.
“GERRYMANDERING”
La artimaña conocida como “Gerrymandering”, que no es otra cosa que el reacomodo doloso y a la medida de los circuitos electorales con el propósito de favorecer determinada tendencia –en este caso la oficialista- es una de las chicanas peor intencionadas de la nueva ley. Pero en la fruición bandolera por tergiversar el voto de los venezolanos hay de todo como en las viejas quincallas.
Al ventajismo obsceno de abusar de los recursos del Estado para el proselitismo, a la persecución contra los empleados públicos incluidos sus familiares, a la manipulación del padrón electoral, al desconocimiento de los resultados, como ocurrió con el caso del alcalde Ledezma, se agrega, ahora, la novedad de los llamados “centros móviles” que harán de las delicias de los delincuentes electorales.
Habrá que seguir perseverando con el voto, por aquello que el que porfía vence, pero está visto que éste, por sí solo, no basta para cesantear al “Nerón de Sabaneta”.
MÁS FLORES PA’ LA CORONA: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Mucho antes de la cancelación del casi medio centenar de radioemisoras, ya se venía hostigando a esos medios. Apertura de procesos de “transformación”, que no culminaron en nada; multas del ente regulador por supuestas infracciones; terrorismo fiscal a cargo del Seniat, persecución a los anunciantes, utilización de la publicidad como premio o castigo según la línea informativa de cada radiodifusor.
El resultado fue que muchos circuitos se autocensuraron e incluso, llegaron a la eliminación de los programas de opinión. “Lo mío es nada más que música” – me explicaba meses atrás un empresario del medio que con su genuflexión buscaba pasar inadvertido al gobierno gorila.
No fue suficiente. Un individuo como Chávez no se sacia con el silencio, ni con la autocensura. Requiere de una complicidad más proactiva. Que, lo alaben, que lo elogien, que le rindan culto a su enfermiza personalidad y que los medios informen chapuzas como que en Venezuela se acabó con el analfabetismo, que nuestros hospitales están rebosantes de recursos, que no hay inseguridad, pobreza atroz, inflación, desabastecimiento y que gente como Diosdado, “Audi-La Corniche” Rodríguez, Jesse, Reyes Reyes, Carrizales, el afeminado de Pdvsa y el propio Chávez son paradigmas de probidad.
El objetivo es un mensaje monocorde, alabancioso y mendaz, que repetido mil veces, se haga acreedor a la conocida frase de Goebbels, inspirador y mentor de quien gusta posar de socialista.
LEYES Y SENTENCIAS
Días atrás, el pretendido verdugo de la radiodifusión venezolana –digo pretendido, porque hasta las piedras saben que cuando estaba en Conatel, la Bell-South lo mojó la mano y los ojos verdes para que le permitiera redactar el proyecto de Ley de Telecomunicaciones- respondía con jactancia a quienes cuestionaban las medidas contra los radiodifusores “que acudieran al TSJ a ejercer sus demandas”.
Claro, no hay que ser muy zahorí para predecir lo que pasará ante cualquier demanda de tal naturaleza. Igual sumisión ocurre con la Asamblea, con la Fiscalía, la Defensoría y la Contraloría.
No existe la más remota posibilidad que esas instancias tutelen derecho alguno de la oposición democrática porque esas y el resto de los componentes del poder público no hacen más que estar al servicio de las ansias hegemónicas y hasta dinásticas de Chávez.
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Semanario LA RAZÓN
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Caracas, 09.08.2009